Los precios internacionales del petróleo registraron una caída significativa luego de que se anunciara una tregua entre Israel y Hamas, reduciendo la percepción de riesgo geopolítico que durante semanas había mantenido la volatilidad en los mercados energéticos. La noticia provocó un descenso inmediato en el barril Brent del 0,51 %, hasta los 65,91 dólares, mientras que el WTI estadounidense retrocedió un 0,61 %, situándose en torno a 62,17 dólares por barril.
La disminución refleja el alivio de los inversores ante la expectativa de estabilidad temporal en una de las regiones más sensibles para el suministro energético mundial. Aunque Israel no es un gran exportador de petróleo, su ubicación estratégica en el Mediterráneo oriental, cerca de importantes rutas marítimas y gasoductos, convierte cualquier conflicto en un factor de riesgo global.
Fecha:Tuesday 14 Oct de 2025
Gestor:INSTITUTO ISIEN
Durante los meses previos, los enfrentamientos entre Israel y Hamas en la Franja de Gaza habían elevado la incertidumbre en los mercados. Los analistas señalaban que un conflicto prolongado podría afectar el tránsito marítimo a través del Canal de Suez o el estrecho de Bab el-Mandeb, rutas clave para el comercio de crudo desde el Golfo Pérsico hacia Europa y América.
El acuerdo de alto al fuego, mediado por Egipto, Qatar y Estados Unidos, permitió una distensión inmediata en los mercados energéticos. En consecuencia, los fondos de inversión redujeron sus posiciones especulativas en futuros del petróleo, lo que contribuyó al retroceso de los precios.
“El mercado está respondiendo a la eliminación de la prima de riesgo geopolítica que se había acumulado desde finales de septiembre”, explicó Amrita Sen, analista de Energy Aspects. “No se trata de una caída por exceso de oferta, sino de un ajuste ante un escenario político más estable en el corto plazo”.
El descenso de los precios del petróleo también arrastró a las principales compañías energéticas en bolsa. En Nueva York, los índices de ExxonMobil y Chevron cerraron con pérdidas del 1,2 % y 0,9 %, respectivamente, mientras que en Londres, BP y Shell retrocedieron cerca del 1 %.
En Asia, los mercados reaccionaron de manera similar: China y India, grandes importadores de crudo, celebraron la baja de precios, lo que podría aliviar la presión sobre sus balanzas comerciales. En contraste, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y otros productores de la OPEP+ podrían enfrentar una menor rentabilidad en sus exportaciones si el precio continúa cayendo por debajo de los 65 dólares.
Pese al alivio inmediato, los expertos advierten que la situación sigue siendo frágil. La tregua entre Israel y Hamas, aunque bienvenida, no garantiza una estabilidad duradera. Cualquier ruptura del acuerdo podría provocar un nuevo repunte en los precios, reintroduciendo la llamada “prima de riesgo” en las cotizaciones del petróleo.
Además, el mercado global continúa afectado por otros factores estructurales: el exceso de oferta de crudo impulsado por la producción récord de Estados Unidos, el aumento de exportaciones de Rusia hacia Asia, y la desaceleración económica en China que ha moderado la demanda mundial de energía.
El Instituto Internacional de Finanzas (IIF) señaló que, si la tregua se mantiene y no se registran interrupciones en el flujo marítimo, el precio del Brent podría estabilizarse en torno a 66–68 dólares por barril durante el resto del cuarto trimestre.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, declaró que el acuerdo de tregua “no significa una renuncia a la seguridad nacional”, pero reconoció que la desescalada era necesaria para permitir la entrega de ayuda humanitaria en Gaza y reducir la tensión internacional.
Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, destacó que el alto al fuego “es una oportunidad para restaurar la estabilidad regional y evitar una escalada que pueda poner en riesgo los intereses energéticos globales”.
Los países europeos, altamente dependientes del crudo importado, también celebraron la noticia. La Comisión Europea emitió un comunicado en el que destacó que la tregua “disminuye las tensiones en un momento en que el continente enfrenta desafíos de suministro energético y altos costos industriales”.
El consenso entre analistas es que el impacto de la tregua sobre los precios será limitado y de corta duración si no se acompañan de medidas concretas que consoliden la estabilidad política en la región. No obstante, el alivio momentáneo ofrece un margen de recuperación para las economías importadoras, que podrían beneficiarse de un crudo más barato durante el cierre de 2025.
A largo plazo, la situación subraya la vulnerabilidad del sistema energético global a los eventos geopolíticos en Medio Oriente. Cada episodio de tensión, bloqueo o ataque a infraestructuras petroleras repercute de inmediato en los mercados, recordando la interdependencia entre política y energía.
La tregua entre Israel y Hamas ha devuelto, al menos temporalmente, un tono de calma a los mercados petroleros internacionales. Aunque la reducción de precios refleja optimismo, la volatilidad continúa siendo una constante.
En un mundo donde la estabilidad política y la energía están estrechamente entrelazadas, el equilibrio del mercado global sigue dependiendo tanto de las decisiones diplomáticas como de la producción de crudo.