Las principales compañías eléctricas de España advirtieron que la red eléctrica nacional está al borde de la saturación, debido al rápido aumento de la demanda impulsada por la electrificación de la movilidad, el crecimiento de los vehículos eléctricos, la digitalización industrial y la masiva incorporación de renovables. Según los operadores, la red no logra absorber toda la generación de parques solares y eólicos, lo que genera cuellos de botella que amenazan nuevas inversiones. Este escenario podría retrasar los objetivos de descarbonización y provocar episodios de inestabilidad en el suministro, encareciendo costos y afectando la competitividad. Las eléctricas exigen al Gobierno y a REE acelerar planes de modernización, construir nuevas infraestructuras y apostar por almacenamiento energético. Analistas advierten que, sin acciones urgentes, España podría perder atractivo para captar inversiones en energías limpias. La advertencia subraya la necesidad de transformar la red en una infraestructura más robusta, digital y sostenible para garantizar el futuro energético del país.
Fecha:Thursday 11 Sep de 2025
Gestor:INSTITUTO ISIEN
Las principales compañías eléctricas de España han lanzado una advertencia contundente: la red eléctrica nacional se encuentra al borde de la saturación. El incremento acelerado de la demanda, impulsado por la electrificación de la movilidad, la digitalización de la industria y la integración masiva de energías renovables, está ejerciendo una presión sin precedentes sobre las infraestructuras actuales.
De acuerdo con los operadores, la expansión de parques solares y eólicos ha superado la capacidad de absorción de la red en algunas regiones, generando cuellos de botella que amenazan con frenar nuevas inversiones. A ello se suma el crecimiento del consumo residencial vinculado a la climatización eléctrica, el auge de los vehículos eléctricos y el aumento en la demanda de grandes centros de datos, sectores que requieren suministro constante y de alta capacidad.
La saturación de la red podría traducirse en retrasos en la conexión de nuevos proyectos renovables, lo que pondría en riesgo los objetivos de descarbonización establecidos en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). Asimismo, aumentan los temores sobre posibles episodios de inestabilidad en el suministro, que afectarían tanto a hogares como a industrias, encareciendo los costos y reduciendo la competitividad del país.
Las eléctricas han solicitado al Ejecutivo y a Red Eléctrica de España (REE) acelerar los planes de modernización e inversión en infraestructuras de transporte y distribución. Entre las medidas propuestas se encuentran la digitalización de la red, la construcción de nuevas subestaciones y líneas de alta tensión, así como la incorporación de tecnologías de almacenamiento energético que permitan gestionar los excedentes renovables.
Un portavoz de una de las principales compañías señaló: “La transición energética no puede avanzar sin una red robusta y flexible. Hoy, la infraestructura es el cuello de botella que frena el despliegue de renovables y el desarrollo industrial”. Por su parte, analistas del sector advierten que, sin inversiones urgentes, España podría perder atractivo frente a otros países europeos en la carrera por captar capital en energías limpias.
La advertencia de las eléctricas españolas sobre la saturación de la red refleja uno de los mayores desafíos de la transición energética: adecuar la infraestructura a un modelo de generación más distribuido, digital y renovable. El futuro energético de España dependerá de la rapidez con la que se ejecuten inversiones estratégicas que garanticen un suministro seguro, sostenible y competitivo.