El Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE, por sus siglas en inglés) anunció oficialmente la adquisición de 1 millón de barriles de crudo con destino a la Reserva Estratégica de Petróleo (SPR). La medida busca aprovechar los precios relativamente bajos del petróleo en los mercados internacionales para fortalecer la reserva nacional, considerada una de las herramientas clave para garantizar la seguridad energética del país ante posibles crisis globales o interrupciones de suministro.
Fecha:Thursday 23 Oct de 2025
Gestor:INSTITUTO ISIEN
La Reserva Estratégica de Petróleo de Estados Unidos es la mayor reserva de crudo del mundo, creada en 1975 tras la crisis del petróleo de 1973. Actualmente, se almacena en cavernas subterráneas de sal ubicadas en Texas y Luisiana, con una capacidad total que supera los 700 millones de barriles.
Durante los últimos años, especialmente entre 2022 y 2024, la administración estadounidense había recurrido a la venta de una parte importante de la reserva para mitigar el impacto del aumento de precios de los combustibles. Como resultado, los niveles de la SPR descendieron a mínimos históricos, lo que despertó críticas y preocupación sobre la capacidad del país para responder a emergencias energéticas.
Ahora, con los precios del petróleo estabilizados entre los 60 y 65 dólares por barril, el gobierno busca reconstruir las reservas y reforzar su posición estratégica frente a un escenario global cada vez más incierto.
El programa de recompra de petróleo tiene tres objetivos principales:
Restablecer la capacidad de respuesta nacional ante emergencias.
La SPR es un recurso vital ante desastres naturales, conflictos internacionales o interrupciones en las cadenas de suministro de crudo. Reabastecerla fortalece la seguridad energética y la capacidad de reacción de EE.UU.
Aprovechar los precios bajos del mercado.
Según el DOE, las adquisiciones se realizarán gradualmente para evitar distorsionar los precios y maximizar el retorno financiero para el país.
Apoyar la estabilidad del mercado energético interno.
La compra de crudo busca equilibrar la producción y demanda doméstica, ofreciendo un soporte indirecto a los productores estadounidenses sin generar presiones inflacionarias.
El Departamento de Energía informó que los contratos se adjudicarán a través de un proceso competitivo y transparente. Las empresas interesadas deberán presentar propuestas antes del 30 de octubre, y las entregas del petróleo se esperan entre noviembre y diciembre de 2025.
El crudo adquirido se almacenará principalmente en las instalaciones de Big Hill (Texas) y Bayou Choctaw (Luisiana), seleccionadas por su disponibilidad y proximidad a los puertos del Golfo de México.
La decisión ha sido bien recibida por los mercados energéticos y por la industria petrolera estadounidense, ya que representa un estímulo a la producción local y una señal de estabilidad para los inversores.
Sin embargo, algunos analistas advierten que la medida también puede interpretarse como un movimiento estratégico frente a la volatilidad del mercado internacional causada por las tensiones en Medio Oriente, las sanciones contra Rusia y la creciente competencia de China e India por el acceso al crudo.
En términos geopolíticos, la recompra refuerza la autonomía energética de Estados Unidos y reduce su vulnerabilidad ante posibles interrupciones del suministro global. Además, le permite al país mantener una influencia significativa sobre los precios del petróleo mediante el manejo inteligente de sus reservas.
La iniciativa del Departamento de Energía para adquirir 1 millón de barriles de petróleo marca un paso importante en la reconstrucción de la Reserva Estratégica de Petróleo y en la consolidación de la seguridad energética de Estados Unidos.
Con esta medida, Washington busca garantizar que, ante cualquier crisis futura, el país cuente con la capacidad suficiente para proteger su economía, estabilizar los precios internos y mantener su liderazgo en el mercado energético global.