Fecha:Monday 25 Nov de 2024
Gestor:INSTITUTO ISIEN
África tiene un papel crucial en la transición energética mundial. Por lo tanto, los países africanos tienen la responsabilidad de utilizar los instrumentos legales a su disposición para incentivar la inversión en energías renovables.
Por ejemplo, para aumentar las inversiones en el sector, el gobierno de Ruanda aprobó en 2012 una tarifa de alimentación de energía renovable (Renewable Energy Feed-in Tariff, REFIT) que obliga a la empresa nacional de servicios públicos a comprar la energía renovable producida por particulares fuera de red. Con ello, se buscó crear un entorno propicio para la inversión y la generación de electricidad a partir de fuentes renovables. Esta decisión, junto con otras medidas innovadoras, ha contribuido a aumentar el acceso a la electricidad en Ruanda del 6% en 2009 al 75% en 2024. El proyecto hidroeléctrico Ruzizi III ha añadido 145 MW a la generación total de electricidad del país, que ahora asciende a 332,6 MW.
Acelerar las inversiones en energías renovables en Ruanda ha sido posible gracias a la existencia de leyes para apoyar la generación de energía de manera eficaz. Otros gobiernos africanos tendrán que revisar su normativa para crear un entorno propicio a las inversiones en el sector de las energías renovables. Marcos legales a nivel global y regional que apoyen los esfuerzos de adaptación al cambio climático serán determinantes para el papel de África en la transición energética.
¿Cuál es el panorama jurídico y económico en África?
Los países africanos están invirtiendo en energías renovables en un esfuerzo por desarrollar sus economías y alcanzar el objetivo de cero emisiones netas de carbono, en línea con la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y el Acuerdo de París. Un ejemplo es Mauritania, en el noroeste de África, donde se está ejecutando un proyecto de hidrógeno verde que generará un total estimado de 34 000 millones de dólares de inversión, lo que contribuirá de manera significativa a la economía nacional.
Sin embargo, se puede hacer más para acelerar las inversiones en energías renovables, dado que la mayoría de los países africanos aún no han adoptado la CMNUCC y los marcos normativos complementarios. Una vez ratificados, estos tratados globales serán vinculantes.
El Acuerdo de Libre Comercio Continental Africano (AfCFTA), que hasta julio de 2024 había sido ratificado por 48 países, es otro marco legal clave para la transición energética de África. Como parte del AfCFTA, se lanzó en Accra, Ghana, la Iniciativa de Comercio Guiado (GTI, por sus siglas en inglés), un programa piloto en el que participan 12 países africanos para probar y acelerar el entorno normativo de la política comercial. Una vez que el acuerdo sea operativo en más de 50 Estados parte, catalizará el libre flujo de inversiones en energías renovables en África.
Además, se estableció la Convención de la Comisión Africana de Energía para promover la cooperación dentro de la Unión Africana (UA) y fomentar el desarrollo de las capacidades energéticas del continente. Pero la cooperación financiera entre los Estados miembros de la UA debería incluir un mayor compromiso del sector privado. Por ejemplo, Coscharis Technologies Limited (filial del Grupo Coscharis) ultimó recientemente sus planes para ejecutar un proyecto de energía renovable de 4000 millones de dólares para revolucionar el sector energético de Nigeria. Se trata del mayor proyecto de energía verde de África Occidental, que aprovechará el potencial de generación de energía solar del país para reducir su dependencia de los combustibles fósiles. Este tipo de inversión pone de relieve lo que es posible lograr en África cuando se fomenta el sector privado y se considera su papel como fundamental.
6 maneras de fomentar la inversión en energías renovables en África a través de leyes