China ha reafirmado la legitimidad de sus importaciones de petróleo ruso, calificándolas como "legítimas" y rechazando las presiones de Estados Unidos para que cesen. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Lin Jian, acusó a Washington de "intimidación unilateral" y advirtió que Beijing tomará "medidas firmes" si sus intereses se ven afectados por sanciones extraterritoriales. Esta postura se produce en un contexto de creciente tensión geopolítica y económica entre ambos países.
Fecha:Wednesday 22 Oct de 2025
Gestor:INSTITUTO ISIEN
En una rueda de prensa celebrada el 16 de octubre de 2025, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Lin Jian, defendió las importaciones de petróleo ruso por parte de su país, calificándolas como "legítimas" y en conformidad con las leyes internacionales. Esta declaración surge en respuesta a las recientes presiones del presidente estadounidense, Donald Trump, quien afirmó que el primer ministro indio, Narendra Modi, se comprometió a dejar de comprar crudo ruso y que presionaría a China para que siguiera el mismo camino.
Lin acusó a Estados Unidos de llevar a cabo una "intimidación unilateral" y una "coerción económica", acciones que, según él, socavan las normas del comercio internacional y amenazan la estabilidad de las cadenas de suministro globales. Además, advirtió que China tomará "medidas firmes" si sus intereses legítimos se ven comprometidos por sanciones extraterritoriales impuestas por Washington.
Esta defensa de las importaciones de petróleo ruso por parte de China subraya la creciente cooperación energética entre ambos países, especialmente en el contexto de las sanciones occidentales a Rusia. China ha incrementado significativamente sus compras de crudo ruso, aprovechando los descuentos ofrecidos por Moscú debido a las restricciones impuestas por Estados Unidos y sus aliados.
Por su parte, Estados Unidos ha intensificado su retórica contra China, con el secretario del Tesoro, Scott Bessent, anunciando que 85 senadores estadounidenses respaldan la imposición de aranceles de hasta el 500% a las importaciones chinas como respuesta a las compras de petróleo ruso. Washington ha calificado a China como un "socio poco confiable para el mundo", señalando que sus acciones amenazan la unidad internacional frente a la invasión rusa de Ucrania.
En este contexto, China ha reiterado su postura de no injerencia en los asuntos internos de otros países y ha subrayado que sus relaciones comerciales y energéticas con Rusia son una cuestión soberana. Beijing ha instado a Estados Unidos a respetar las normas internacionales y a abstenerse de imponer sanciones unilaterales que puedan afectar sus intereses legítimos.
Este enfrentamiento resalta las tensiones geopolíticas y económicas entre China y Estados Unidos, especialmente en el sector energético, donde ambos países buscan asegurar sus fuentes de suministro y mantener su influencia en el mercado global.
Conclusión:
La defensa de China sobre sus importaciones de petróleo ruso refleja su determinación de proteger sus intereses nacionales frente a presiones externas. A medida que las tensiones entre las dos principales economías del mundo aumentan, el sector energético se convierte en un campo de batalla clave en la competencia por la influencia global y el control de los recursos estratégicos.