La plataforma de análisis energético OilChem informó que la producción de gasolina y gasóleo en China registró una caída significativa durante la semana que terminó el 27 de noviembre, reflejando un ajuste táctico de las refinerías del país ante un panorama complejo marcado por la debilidad de la demanda interna y la presión de inventarios elevados.
El descenso en la producción es la respuesta más reciente de las plantas refinadoras chinas ante un mercado que continúa mostrando señales de desaceleración, especialmente en los segmentos de transporte, logística y actividades industriales clave.
La ralentización del consumo interno ha sido una tendencia persistente durante el último trimestre del año. Factores como:
menor actividad económica,
bajas en movilidad urbana,
debilitamiento del sector manufacturero,
políticas locales de reducción de emisiones,
han reducido la necesidad de combustibles como la gasolina y el gasóleo.
OilChem señala que, frente a esta realidad, varias refinerías se han visto obligadas a disminuir sus tasas de operación, con recortes en jornadas y reprogramación de mantenimiento preventivo para evitar acumulación excesiva de productos terminados.
A las señales de menor demanda se suma la presión ejercida por inventarios elevados, especialmente en la costa este de China, donde se encuentran algunas de las principales refinerías del país.
La combinación de inventarios altos + menor demanda ha generado:
reducción temporal en corridas de crudo,
retrasos en compras spot,
disminución en producción de combustibles ligeros,
mayor enfoque en diesel de exportación para aliviar la oferta interna.
En algunos complejos refinadores, los tanques de almacenamiento alcanzaron niveles considerados “incómodamente altos”, lo que obligó a recortes más profundos de lo previsto.
Para evitar que los inventarios sigan creciendo, varias empresas estatales han acelerado su estrategia de exportación, especialmente de gasóleo, donde China ha desempeñado un papel importante como proveedor regional en Asia.
Sin embargo, el margen para exportar también es limitado, ya que:
la demanda en otros países asiáticos muestra señales de desaceleración,
los márgenes de refino se han estrechado,
los permisos de exportación aún dependen de cuotas gubernamentales.
Aun así, analistas consideran que las exportaciones continuarán actuando como una vía de escape en diciembre y enero, especialmente si se mantiene la debilidad del consumo interno.
Según OilChem, el comportamiento reciente sugiere que el cuarto trimestre de 2025 cerrará con niveles de producción moderados, en contraste con los máximos observados a mediados de año, cuando la recuperación industrial impulsó un crecimiento temporal.
Los expertos prevén que las refinerías chinas podrían mantener tasas operativas más bajas durante diciembre, mientras evalúan:
el comportamiento del consumo doméstico durante el invierno,
la evolución de los precios internacionales del crudo,
el impacto de las exportaciones asiáticas,
el ajuste de inventarios al nivel óptimo de operación.
Si bien la caída actual refleja una corrección del mercado, los analistas recuerdan que China sigue siendo uno de los mayores consumidores y refinadores de petróleo del mundo.
La clave para 2026 será la evolución del consumo en transporte, manufactura y construcción, sectores que marcan el pulso de la demanda de gasolina y gasóleo.
De mantenerse la desaceleración económica, el ajuste en refinerías podría profundizarse; pero si la actividad repunta, el país podría volver a acelerar la producción rápidamente, como ha hecho en ciclos previos.