China pierde fuerza en el mercado de GNL por el impacto de los precios globales

China atraviesa uno de los momentos más delicados de la última década en materia de suministro de gas natural licuado (GNL), luego de que nuevos reportes confirmaran que sus importaciones caerán drásticamente este año. El país, que durante años disputó el liderazgo global en la compra de GNL, cerraría 2025 con 64.6 millones de toneladas importadas, muy por debajo de los 78.27 millones registrados en 2024, lo que representa un descenso cercano al 18% y la cifra más baja desde 2022.

Esta contracción ocurre en un contexto marcado por precios internacionales persistentemente altos. Durante gran parte del año, el mercado spot del GNL se ha mantenido por encima de los US$ 10 por mmBtu, un valor que afecta especialmente a grandes importadores como China, cuyo consumo industrial y residencial depende de tarifas estables y asequibles.
Frente a este escenario, las empresas energéticas chinas han reducido significativamente las compras spot más costosas y volátiles y han priorizado contratos de largo plazo o suministros por gasoducto.

Precios elevados presionan la demanda y obligan a replantear estrategias

La caída en las importaciones no responde únicamente a la menor competitividad del GNL. También refleja un ajuste más amplio dentro del sistema energético chino, que enfrenta una demanda moderada, un crecimiento económico más lento y un incremento en la oferta doméstica de gas.

Los analistas destacan tres factores que explican el retroceso:

1. Altos precios internacionales: el encarecimiento del GNL vuelve menos atractivas las compras puntuales para provincias y empresas sensibles al costo del suministro.

2. Expansión del gas por tubería: China ha incrementado sus adquisiciones desde Rusia a través del gasoducto Power of Siberia, reduciendo la presión sobre el GNL importado por barco.

3. Mayor autosuficiencia energética: proyectos internos de explotación de gas natural y gas no convencional han mejorado la oferta doméstica, aunque aún de forma insuficiente para reemplazar totalmente las importaciones.

El resultado es una menor necesidad de recurrir al mercado spot, disminuyendo el volumen total adquirido.

Riesgo de perder el liderazgo en Asia

Durante años, China estuvo posicionada como el principal motor de crecimiento del mercado mundial del GNL, desplazando a Japón y Corea del Sur. Sin embargo, el retroceso actual abre la puerta para una recomposición regional.

Si la tendencia se mantiene, China podría perder su posición como el mayor importador de GNL de Asia, lo que tendría consecuencias directas en:

• Su capacidad de negociación con grandes exportadores como Qatar, Australia y Estados Unidos.

• El ritmo de expansión de su infraestructura de regasificación.

• Su influencia en la formación de precios dentro del mercado asiático.

Japón, que ha mantenido una demanda más estable, y Corea del Sur, que incrementó sus compras en 2025, podrían volver a ocupar posiciones de mayor relevancia en el ranking regional.

Impacto en la política energética y en las metas climáticas

La reducción en las importaciones genera preguntas sobre cómo evolucionará la mezcla energética china en los próximos años. El GNL ha sido clave para sustituir el carbón en zonas urbanas y reducir emisiones; sin embargo, la caída actual sugiere un reequilibrio entre fuentes.

Los expertos advierten que la menor disponibilidad de GNL podría llevar a:

• Mayor uso de carbón en provincias donde el gas es menos accesible.

• Aceleración de inversiones en energías renovables, especialmente solar y eólica.

• Dependencia creciente de gasoductos internacionales, lo que tiene implicaciones geopolíticas.

Este panorama podría complicar las metas de China de alcanzar su pico de emisiones antes de 2030 y avanzar hacia la neutralidad de carbono en 2060.

Un año decisivo para el mercado global del gas

La caída de China no solo afecta al país asiático, sino al equilibrio del mercado mundial. Los proveedores ya anticipan:

• Reducción temporal en los envíos a puertos chinos.

• Mayor competencia por colocar volúmenes en India y el sudeste asiático.

• Necesidad de ajustar estrategias comerciales y contratos.

Mientras tanto, los mercados financieros observan con cautela el impacto de la desaceleración china en los precios futuros del GNL y en la rentabilidad de proyectos de exportación en desarrollo.

Conclusión

La fuerte reducción de las importaciones de GNL por parte de China en 2025 marca un cambio profundo en la dinámica energética asiática. Con precios elevados, mayor competencia por suministro y una reconfiguración interna de su matriz energética, el país se encuentra en un punto de inflexión que podría redefinir su influencia en el mercado global del gas.
Lo que ocurra en 2026 será determinante para saber si este retroceso es coyuntural o si marca el inicio de una nueva etapa en la política energética china.