El Gobierno de Alemania decidió extender hasta marzo de 2026 la administración fiduciaria de los activos de Rosneft Deutschland, medida que busca blindar la seguridad energética en medio de las sanciones a Moscú por la guerra en Ucrania. La filial rusa controla participaciones clave en las refinerías de Schwedt, Karlsruhe y Bayernoil, bajo supervisión desde 2022 para reducir la dependencia del crudo ruso. Con esta prórroga, Berlín garantiza el suministro, protege infraestructuras estratégicas y da estabilidad a los planes de diversificación energética. Mientras en Alemania la decisión fue respaldada, Rusia la calificó de “expropiación encubierta”. Analistas destacan que la medida también brinda tiempo para modernizar refinerías y acelerar la transición hacia combustibles sostenibles. Así, Alemania refuerza su autonomía energética aun a costa de tensiones diplomáticas con Moscú.
Fecha:Thursday 11 Sep de 2025
Gestor:INSTITUTO ISIEN
El Gobierno de Alemania anunció oficialmente la extensión de la administración fiduciaria sobre los activos de Rosneft Deutschland hasta marzo de 2026. Esta decisión busca garantizar la seguridad energética del país y evitar que la influencia de la petrolera rusa interfiera en la estabilidad del suministro nacional, en un contexto marcado por las sanciones europeas contra Moscú tras la guerra en Ucrania.
Rosneft Deutschland, filial de la gigante estatal rusa Rosneft, controla participaciones mayoritarias en tres refinerías clave: PCK Schwedt, MiRO Karlsruhe y Bayernoil. Desde septiembre de 2022, estas instalaciones quedaron bajo administración fiduciaria de la Agencia Federal de Redes (BNetzA), como parte de un plan de emergencia para reducir la dependencia energética de Rusia.
La medida se adoptó tras el embargo de crudo ruso por parte de la Unión Europea, que amenazaba con paralizar la refinación en Alemania y generar un desabastecimiento crítico de combustibles.
El Ministerio de Economía explicó que la extensión hasta 2026 responde a la necesidad de mantener la seguridad del suministro energético y proteger infraestructuras consideradas de interés estratégico. Además, se busca dar estabilidad a los planes de diversificación, que incluyen acuerdos con proveedores alternativos y una mayor inversión en energías renovables.
La administración fiduciaria garantiza que Rosneft, aún propietaria formal de los activos, no pueda tomar decisiones de gestión que comprometan el suministro o entren en conflicto con las sanciones internacionales.
En Berlín, representantes del sector energético respaldaron la prórroga, señalando que la medida ha permitido mantener operativas las refinerías y asegurar el abastecimiento interno. Sin embargo, advirtieron que será necesario un plan de transición a largo plazo que reduzca el papel de Rosneft en el mercado alemán.
Por su parte, Moscú calificó la decisión como una “expropiación encubierta” y denunció que Alemania continúa politizando la cooperación energética. Fuentes rusas amenazaron con posibles demandas internacionales para recuperar el control de sus activos.
La prolongación de la administración fiduciaria refleja la determinación de Alemania de blindar su seguridad energética, aun a costa de tensiones diplomáticas. Expertos destacan que la medida también ofrece un margen de tiempo para impulsar la modernización de las refinerías y acelerar la transición hacia combustibles más sostenibles.
Además, consolida el mensaje de que la Unión Europea mantendrá una postura firme frente a Rusia, priorizando la estabilidad energética y la autonomía estratégica del bloque.
La extensión de la administración fiduciaria sobre los activos de Rosneft en Alemania hasta marzo de 2026 marca un nuevo capítulo en la relación energética entre Berlín y Moscú. Mientras garantiza el suministro interno y fortalece la estrategia de diversificación, la medida profundiza el distanciamiento con Rusia y subraya los retos de una transición energética que combine seguridad, sostenibilidad y soberanía.