En abril de 2025, el Gobierno alemán, a través de la Agencia Federal de Redes (Bundesnetzagentur), confirmó su decisión de mantener la licitación programada de 3.443 megavatios (MW) de energía eólica terrestre, a pesar de las crecientes presiones para reducir el volumen debido a la baja participación registrada en convocatorias anteriores. Esta medida reafirma el compromiso de Alemania con su agenda de transición energética, incluso en un contexto de desafíos técnicos, regulatorios y de mercado.
La determinación de seguir adelante con la subasta completa representa no solo una apuesta política por la sostenibilidad, sino también una respuesta a la urgente necesidad de aumentar la capacidad renovable para cumplir con los ambiciosos objetivos climáticos del país.
Alemania ha sido históricamente líder en políticas de transición energética. Desde la década de 2000, su estrategia Energiewende (“giro energético”) ha impulsado el reemplazo progresivo de fuentes fósiles y nucleares por energías renovables.
En 2024, cerca del 60% de la electricidad generada en Alemania provino de fuentes limpias, siendo la energía eólica terrestre el componente más significativo del mix renovable. No obstante, alcanzar la meta climática de neutralidad en carbono para 2045 requerirá una aceleración mucho mayor, especialmente en la expansión de capacidad instalada en tierra firme.
La licitación que Alemania decidió mantener sin recortes se refiere a un paquete de 3.443 megavatios de capacidad eólica terrestre, prevista para ser adjudicada el 2 de mayo de 2025. El proceso está dirigido a desarrolladores de proyectos de energía eólica que cumplan con requisitos técnicos y ambientales establecidos por las autoridades regulatorias.
Este volumen equivale aproximadamente a:
Más de 1.000 nuevas turbinas eólicas de tamaño estándar.
Suministro de energía para alrededor de 2,5 millones de hogares alemanes.
Una reducción estimada de 5 millones de toneladas de emisiones de CO₂ anuales.
En las semanas previas al anuncio, diversas voces dentro del sector energético y algunos actores políticos habían sugerido reducir el volumen de la licitación, argumentando lo siguiente:
Baja participación en licitaciones anteriores, lo que ha dejado parte de los cupos sin adjudicar.
Escasez de terrenos aptos para nuevos desarrollos, debido a restricciones ambientales y normativas urbanísticas.
Retrasos administrativos en la aprobación de proyectos por parte de gobiernos locales y agencias ambientales.
Aumento en los costos logísticos y materiales, que dificultan la ejecución de proyectos por parte de desarrolladores medianos.
Sin embargo, el gobierno federal, en línea con el Ministerio de Economía y Protección Climática liderado por Robert Habeck, decidió no reducir la licitación y mantener el objetivo intacto.
El ejecutivo alemán ha justificado su decisión con base en varios factores estratégicos:
Para cumplir con el objetivo legal de alcanzar un sistema eléctrico 100% renovable antes de 2035, Alemania debe añadir entre 10 y 12 GW de capacidad eólica terrestre cada año. Reducir las licitaciones sería contraproducente.
Reducir el volumen licitado enviaría señales negativas al mercado y a los inversionistas. Mantener la planificación estable es esencial para fomentar la confianza a largo plazo en el sector.
La continuidad de grandes licitaciones puede atraer a actores con tecnologías más avanzadas y eficientes, como turbinas de mayor capacidad y menor impacto acústico, adaptadas a zonas densamente pobladas.
El gobierno federal trabaja en nuevos acuerdos con los estados federados para ampliar las zonas de desarrollo eólico, especialmente en el sur de Alemania, históricamente rezagado frente al norte.
Empresas como Siemens Gamesa, Nordex y Vestas han apoyado la decisión, considerando que el país necesita mantener su liderazgo tecnológico y de mercado.
Asociaciones ambientales y climáticas, como Greenpeace y Fridays for Future Alemania, han celebrado el anuncio como una señal de coherencia política con la acción climática.
Algunos desarrolladores medianos argumentan que sin reformas estructurales en los permisos y licencias, mantener licitaciones grandes podría resultar en vacíos de adjudicación.
Otros actores políticos han pedido mayor coordinación entre niveles de gobierno para asegurar que los proyectos adjudicados puedan efectivamente construirse.
El mantenimiento de la licitación eólica terrestre es solo una parte del panorama renovable alemán:
En energía eólica marina, Alemania también ha anunciado nuevas rondas de adjudicación para parques offshore en el Mar del Norte.
En energía solar, se ha incrementado el apoyo a instalaciones fotovoltaicas residenciales, agrícolas e industriales.
En hidrógeno verde, se están desarrollando proyectos de electrólisis como el de Emden, integrados con renovables.
La decisión del gobierno alemán de mantener la licitación de 3,4 GW en energía eólica terrestre es un acto de coherencia con su ambiciosa hoja de ruta energética. A pesar de las dificultades logísticas, regulatorias y de mercado, Alemania apuesta por sostener la expansión de su capacidad renovable como pilar para lograr sus objetivos de descarbonización y seguridad energética.
El éxito de esta medida dependerá ahora de la respuesta del mercado, el acompañamiento técnico a los proyectos adjudicados y la voluntad de cooperación de los gobiernos locales. En un mundo en crisis climática, Alemania reafirma su posición como líder de la transición energética, eligiendo avanzar con decisión en lugar de retroceder ante las dificultades.