Fecha:Friday 19 Sep de 2025
Gestor:INSTITUTO ISIEN
La interconexión permite que la energía generada por la central hidroeléctrica se integre al sistema eléctrico interconectado (SEI), abasteciendo a consumidores industriales, comerciales y residenciales. Además, permite el despacho centralizado, la regulación de frecuencia y la participación en mercados eléctricos.
Antes de conectar la central, se deben realizar estudios especializados que evalúan su impacto en la red:
Estudio de flujo de carga: Determina cómo se distribuirá la energía en la red y si existen sobrecargas en líneas o subestaciones.
Estudio de cortocircuito: Evalúa la capacidad del sistema para soportar fallas eléctricas sin comprometer la seguridad.
Estudio de estabilidad transitoria y dinámica: Analiza cómo responde el sistema ante perturbaciones como desconexiones, variaciones de carga o fallas.
Coordinación de protecciones: Define los ajustes de relés y dispositivos de protección para aislar fallas sin afectar el resto del sistema.
Estos estudios son requeridos por el operador del sistema (como CENACE, CAMMESA, Corpoelec, etc.) y deben ser aprobados antes de la conexión física.
La conexión física requiere obras específicas:
Subestación de transformación: Eleva el voltaje generado (usualmente entre 6 kV y 15 kV) a niveles de transmisión (69 kV, 115 kV, 230 kV o más).
Líneas de transmisión: Transportan la energía desde la central hasta el punto de conexión con la red nacional. Pueden ser aéreas o subterráneas, según el entorno.
Equipos de sincronización: Incluyen interruptores, transformadores de medida, sincronoscopios y sistemas de control que permiten conectar la central en fase con la red.
La ubicación de la subestación y el trazado de las líneas deben considerar accesibilidad, impacto ambiental, seguridad y costos.
Cada país tiene un marco normativo que regula la conexión de nuevas centrales:
Código de red: Define los requisitos técnicos mínimos para la interconexión, incluyendo calidad de energía, estabilidad y capacidad de respuesta.
Contratos de acceso y conexión: Formalizan el vínculo entre el generador y el operador del sistema, estableciendo derechos, obligaciones y penalidades.
Autorizaciones ambientales y territoriales: Requieren permisos para la construcción de líneas, subestaciones y afectación de terrenos.
El cumplimiento normativo es indispensable para obtener la habilitación comercial de la central.
Una vez conectada, la central debe operar coordinadamente con el sistema:
Despacho económico: El operador determina cuándo y cuánto debe generar la planta, optimizando costos y recursos disponibles.
Servicios complementarios: Algunas centrales ofrecen regulación de frecuencia, soporte de voltaje y reserva giratoria.
Monitoreo remoto: Se integran sistemas SCADA que permiten supervisar en tiempo real variables como potencia, voltaje, frecuencia y estado de equipos.
La comunicación entre la central y el centro de control debe ser robusta, segura y redundante.
Integración de renovables: La variabilidad de fuentes como solar y eólica exige que las hidroeléctricas aporten flexibilidad y respaldo.
Digitalización: El uso de inteligencia artificial y big data mejora la predicción de generación y la gestión de la red.
Descarbonización: Las centrales hidroeléctricas juegan un rol clave en la transición energética, pero deben adaptarse a nuevas exigencias de eficiencia y sostenibilidad.