El Gobierno iraní calificó de “ilegítimas” las nuevas sanciones impuestas por Estados Unidos, que buscan restringir el comercio legal de petróleo iraní. El líder supremo, Ali Jameneí, criticó cualquier intento de negociación con Washington, considerándolo “no sabio, no inteligente y no honorable”.
Fecha:Monday 03 Nov de 2025
Gestor:INSTITUTO ISIEN
Rechazo firme a las sanciones
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán emitió un comunicado condenando las nuevas medidas de Washington, las cuales apuntan a frenar la exportación de crudo y el acceso del país a los mercados internacionales. Según el texto oficial, las sanciones “violan los principios del derecho internacional y representan un ataque directo a la soberanía económica iraní”.
Teherán denunció además que estas medidas afectan a empresas extranjeras que mantienen relaciones comerciales legítimas con Irán, en particular aquellas involucradas en transporte marítimo, refinación y financiamiento energético.
Durante un discurso televisado, el líder supremo, Ali Jameneí, criticó abiertamente la estrategia estadounidense y descartó cualquier posibilidad de diálogo en tales condiciones. “No es sabio, no es inteligente y no es honorable negociar con quienes imponen la coerción como método político”, expresó.
Jameneí aseguró que el país continuará fortaleciendo su autosuficiencia en el sector energético y ampliando su cooperación con aliados estratégicos como Rusia, China e India. “Nuestro pueblo ha resistido sanciones más duras y seguirá adelante con dignidad”, enfatizó.
Expertos del sector energético advierten que la decisión de Washington podría provocar tensiones en el mercado global del crudo. Si Irán reduce su producción o modifica sus rutas de exportación, los precios internacionales podrían elevarse en un contexto ya marcado por conflictos y restricciones de oferta.
Fuentes del Ministerio del Petróleo señalaron que, pese a las sanciones, las operaciones continúan activas y los ingresos energéticos se mantienen mediante acuerdos bilaterales fuera del sistema financiero occidental.
Analistas internacionales interpretan esta medida como un intento de Estados Unidos por limitar la creciente influencia de Irán en la región. Sin embargo, la acción podría tener el efecto contrario, fortaleciendo la cooperación energética entre Teherán y Moscú, en especial dentro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP+).
La decisión coincide con un periodo de alta volatilidad en los precios del petróleo, impulsada por las tensiones en el Mar Rojo y los conflictos en Europa del Este. Los expertos prevén que esta nueva ofensiva diplomática incremente la incertidumbre y reactive la competencia por los mercados asiáticos.
Con esta nueva ronda de sanciones, Estados Unidos busca restringir los ingresos petroleros de Irán, pero el país persa reafirma su determinación de mantener su producción y exportación bajo sus propios términos. Mientras tanto, los analistas advierten que la escalada entre Teherán y Washington podría tener consecuencias significativas para la estabilidad energética global y la seguridad del suministro de petróleo en los próximos meses.